Hace ya algunos años que Pinocho vive con nosotros.
Apareció durante una acampada y pensamos...
¿qué tal si le pintamos los ojitos?....
Lo llevamos a casa, le pusimos ropita
una corbata a modo de pajarita y
hasta le abrigamos la coronilla con un gorrito.
Apareció durante una acampada y pensamos...
¿qué tal si le pintamos los ojitos?....
Lo llevamos a casa, le pusimos ropita
una corbata a modo de pajarita y
hasta le abrigamos la coronilla con un gorrito.
Durante todas las navidades nos acompañó.
Lo pusimos en la entrada de casa y
cada día le dábamos los buenos días.
A veces tropezábamos con su nariz
porque la casa es pequeña
pero lo colocábamos en su sitio y allí nos observaba.
Éramos como una familia numerosa.
Papá, Adrián, Silvia, Mamá, ...y
Pluto, July y Pinocho.
Terminaron aquellas navidades y se retiraron todos los adornos navideños.
¡Pinocho iría para el trastero!.
Nos dió pena pero al igual que cuando hay que quitar el árbol, da pena y a la vez un alivio.
Pasó un tiempo y surgió la organización del cumpleaños "EL BOSQUE DE LOS JUEGOS",
y de repente apareció un día escondido en el trastero.
- ¡PINOCHO!, le grité. Él ni se inmutó.
- Tú serás parte de este cumpleaños. Estarás presente porque eres especial.
¡Maricarmen le dió más vida,
le hizo esos ojos tan expresivos
esa boca tan especial
y esos brazos con tanta magia!.
Desde entonces cada vez que tenemos un cumpleaños de "EL BOSQUE DE LOS JUEGOS", Pinocho nos acompaña y da la bienvenida a todos los niños, niñas, madres y padres que acuden al lugar.
¡¡¡Ayer fué el cumple de Bruno y para él va dedicado éste cuento!!!
¡¡MUCHAS FELICIDADES, BRUNO!!
Muchas Felicidades Miriam y Diego
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